lunes, 26 de marzo de 2018

La filosofía y los niños.

Hay que dar cuanto antes a los niños el fuego de la filosofía para convertirlos en ciudadanos críticos que aprendan a pensar por ellos mismos.

Desde el taller de pensamiento proponemos la lectura de este artículo del País: "Haga de su hijo un gran filósofo"

Para abrir boca os dejamos esta reflexión. Para leer el artículo entero pincha en el en enlace.


A LOS PROFES NO SE NOS ENSEÑA A ESCUCHAR
“A los profesores no se nos enseña a preguntar, a escuchar ni a responder, ni tan siquiera a ser dúctiles a cambiar de opinión… Y todo eso es lo que conforma el diálogo socrático”. A ello y a la habilidad de pensamiento (“nunca pensamos cómo estamos pensado”), añade la necesidad de saber crear una comunidad, una atmósfera (“requerimos confianza en el grupo porque los niños se mojan, se desnudan”) y llegar a la mayoría de las decisiones por consenso (“es  prioritario en democracia y cuando se logra en clase es mágico: se produce un
silencio porque se dan cuenta de que lo han logrado cuando parecía imposible; genera bienestar”).
Como “pensar es más lento que aprender de memoria y reflexionar, que es volver a mirar, o estimular requiere tiempo”, admite Nomen que cuesta que
esa metodología se vaya implantando, a pesar de que cree que empieza a notarse ya más en Primaria (“los profesores son más flexibles, de siempre”) que en la Secundaria (“implica cambiar el currículo y la metodología, temarios, objetivos… Ningún profesor de filosofía discute qué dicen los filósofos: se intenta que los alumnos los entiendan más o menos y se les examina de ello”).

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